El incienso ha sido parte de rituales y tradiciones a lo largo de la historia. Historiadores chinos afirman que sus orígenes se remontan al año 2000 a.c., y desde entonces se le han atribuido numerosos beneficios y propiedades. Vamos a explorar los orígenes de este compuesto y los diversos usos que tiene.
¿Qué es el incienso?
Se trata de un compuesto resinoso, cuyos componentes son de origen vegetal, así como aceites esenciales. Historiadores chinos afirman que los orígenes del incienso tienen lugar en China, durante el año 2000 a.C., sin embargo, registros históricos sugieren que de hecho, mil años antes de esto, ya los egipcios hacían uso de él.
La forma en cómo se elabora el incienso es interesante, en líneas generales se trata de una pasta, cuyos componentes incluyen resinas aromáticas de origen vegetal, extraídas de diversas fuentes entre las que se pueden mencionar la mirra, fibras vegetales, flores, hojas, etcétera. Esta pasta resinosa, posteriormente es complementada con aceites esenciales y aceites de origen vegetal.
Una vez que el incienso es encendido, desprende un agradable aroma rico en propiedades. Por esta misma razón, ha sido uno de los protagonistas en numerosos rituales y tradiciones.
¿Para qué sirve el incienso?
Dadas sus propiedades, el incienso es empleado en diversos ámbitos. Gracias a sus cualidades relajantes y calmantes, los inciensos se utilizan en spa, casas e incluso si se tiene un negocio, también es posible encenderlo en las instalaciones del mismo. Ya que se sabe que el incienso atrae la buena suerte y las buenas energías, mismas que son esenciales para potenciar cada área de la vida.
El incienso tiene propiedades esotéricas, y es utilizado para santificar rituales, para limpiar personas y para bendecir lugares. El incienso es capaz de armonizar los espacios, haciendo fluir las energías positivas y evitando el paso de energías negativas.
Igualmente, en el ámbito religioso, el incienso juega un papel esencial. Los aromas relajantes del incienso crean el ambiente ideal para la meditación profunda. Se trata de un elemento que si bien parece simple, tiene la potencia suficiente para purificar cualquier lugar, favoreciendo el flujo de armonía y buenas energías, ideales para mejorar relaciones y atraer la buena suerte.